Astronauta, científica
inventora, poetisa
no sé como describirme
quizá una mente fantástica
que no le gusta la prisa.
Descubridora de estrellas
viajo a través de ellas
jugando con las palabras
imagino las lenguas más bellas.
Hago magia con el lápiz
dibujando visionarios paisajes
en la espuma del café
veo como giran galaxias.
Ni astronauta ni científica
ni inventora o poetisa
solo una soñadora
fantasiosa y sin prisa.
Éste poema se titula “Soñadora” y en él plasmo el deseo de conseguir muchas
metas, de dejar volar mi imaginación y pensar más allá de lo que quiero
conseguir.
Nuestra mente es
tremendamente compleja y muchas veces vienen a ella pensamientos que limitan la
acción, pensamientos limitantes como: “no creo que llegue a conseguir esto” o “no
lo voy a poder hacer”, son algunos ejemplos que llegan todo el tiempo a nuestra
mente y nos frustran.
Pero en estos casos nos
olvidamos de algo con lo que todos contamos y sumamente importante, es la
imaginación y la creatividad para reconocerlos y enfrentarnos a esos
pensamientos, utilizando estos recursos podemos alcanzar lo que queramos o al
menos imaginar la manera de hacerlos, lo importante no es el objetivo sino el
camino que recorramos hacia él y como lo transitemos y así aprender cosas nuevas
sobre nosotros.
Todos tenemos rutinas
que a veces dificultan el cambio, cambiar no es fácil, principalmente porque
siempre tenemos que enfrentar una resistencia al cambio, ya sea de manera
consciente o inconsciente, y esa resistencia al cambio origina nuestra
realidad.
Las personas que son capaces
de transformar los pensamientos irracionales en pensamientos racionales pueden
tener un gran control sobre sus emociones y al modificar estos pensamientos
pueden ser capaces de tomar decisiones más acertadas.
Todo depende de cómo vemos
las cosas y no de cómo son en realidad.
Begoña Pombar
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