Lo
recuerdo y lo alcanzo,
mi
espíritu le llama
con
una canción.
Llévame
hasta allí
esa
escalera me conducirá,
la
escalera al cielo.
Estaba
esperándome,
resaltada
entre la niebla
su
forma se ve latir,
distorsionada,
histéricamente,
sale
desgarrada su señal.
En
el esfuerzo por llevarme
me
transmite su electricidad,
da
vueltas mi cabeza
mis
ojos se van a nublar,
siento
que ya no la veo
esa
escalera al cielo.
***
Cada día está lleno de momentos maravillosos, momentos cotidianos que hacen
de mi vida algo más que una rutina, que tienen un gran valor y no los quiero
dejar pasar sin más.
Al disfrutar de un momento así, tomo consciencia de ello y queda guardado
en el recuerdo de mi memoria.
En este poema que hace años escribí, hablo de la sensación maravillosa que
me proporciona la música que me acompaña, un estímulo que hace de auténtica banda sonora de
las emociones que transitan por mi corazón y que se hace inseparable de mi
vida.
Seguro que te ha pasado alguna vez, ese momento en que tu mente se abre y
entiendes el significado de esa canción que siempre escuchaste. A mí me pasó y
esa canción me inspiró para componer este poema que acabas de leer. Creo que es
fácil de adivinar cuál es, “Stairway to Heaven” de Led Zeppelin, considerada como uno de los puntos culminantes de la historia del Rock.
La música nos acompaña y plasma realidades internas que pocas veces puede
uno expresar, a veces las palabras no pueden expresar lo que tenemos dentro,
pero en la música se encuentra complicidad, compañía, comprensión y conexión que se transmite y propaga por el aire, un medio que nos envuelve, una vibración que puede expresar sentimientos, emociones, pensamientos o ideas.
Me he rendido a los encantos de la música, no podría vivir sin ella, me
acompaña en cada instante vital por el que transito, valorando lo que tengo en
cada momento, gravando en mi memoria las emociones y los recuerdos vividos.
Por ello te aconsejo que te pares, escuches, mires y sientas el momento
presente, aliméntate del aquí y ahora y disfrútalo, las prisas nunca fueron
buenas.
Begoña Pombar
Begoña Pombar
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